La vuelta de los toros corridos en el encierro a las calles, o "subida", tiene lugar en torno a las tres de la madrugada del día 17. A esa hora, los animales abandonan el lugar en el que han sido reunidos al final de la tarde anterior y a través de los terrenos cercano al convento de monjas cistercienses de Santa Ana, se acercan al pueblo. Una vez allí, entrarán por la carretera desde la iglesia de San Miguel, dirigiéndose a la de San Felipe, ante la cual se prepara un vallado donde descansarán hasta la mañana.

Las horas previas son también momentos de emoción, en los que los más decididos esperan a la entrada del pueblo la llegada de los toros, mientras los amigos de la diversión pueden disfrutar del baile que se organiza en la plaza del Jardinillo, para hacer más entretenida la espera. |